Congreso Interactivo, como muchas iniciativas cívicas de apertura de datos, busca facilitar el acceso a la información útil para los ciudadanos. Es decir que se trabaja sobre la creencia de que:
- Una ciudadanía mejor informada y mejor comunicada, produce mejores procesos democráticos.
- Falta información crítica sobre los procesos legislativos que permita a los ciudadanos tomar mejores decisiones.
Y esto es verdad en muchos casos: Las personas con roles de investigador o comunicador aumentan su efectividad al tener mayor acceso a información precisa, confiable y bien presentada.
Sin embargo existen algunas teorías que argumentan que la falta de participación de algunos ciudadanos es causada exactamente por el exceso de información que reciben a través los medios.
¿Cómo podríamos aportar a una ciudadanía más activa si con sólo comunicar ya estamos saturando y creando apatía? Quizás deberíamos buscar estrategias complementarias para evitar tener un impacto negativo.
Es decir, si nuestras campañas de difusión son percibidas como un estímulo más, si el acceso a la plataforma obnubila aún más con información, mostrando un exceso de argumentos y contra-argumentos, saturando con miles de proyectos de bajo impacto o de bajo interés ¿Le estamos dando tiempo a todos de analizar con detenimiento las propuestas y los comentarios?
Ante esa falta de tiempo, es probable que los usuarios esperen una opinión “oficial” de la plataforma o se queden con la primera que lean, y esto representa un riesgo, tanto por las ideas “ajenas” que se puedan asociar a la marca como por la limitación a la profundidad de la conversación.